martes, 27 de septiembre de 2022

tirando fourlokos por el desagüe

 Las cosas se están saliendo de control, o quizás ya estaban jodidas desde hacía mucho, no podría saberlo.

Lo importante ahora es que estoy mareada, me duele la cabeza y la pancita y estoy cansada, y tengo que apretar los labios y la quijada para no vomitar. 

Las resacas siempre me han sabido diferentes, dependiendo de lo que hice el día anterior o por qué me permití tomar tanto. Desde hace un buen de tiempo que ya ni siquiera tengo una buena excusa. Ya ni siquiera me preocupa tener una. 

Pero justo ahí recae mi punto. Este alcoholismo funcional se está volviendo más caótico del que me puedo permitir: Estoy gastando muCHO dinero, dinero que no tengo y estoy gastando mucho tiempo, tiempo que debería estar invirtiendo en otras actividades y estoy gastando mi salud, salud que es una de las pocas buenas que no me suele faltar.

Es como Tove Lo dice and keep dancing away while it's all fun and games 'till it's not 

No me siento mejor al despertar. No me siento bien al mentirle a mis xadres y a mi hermana. No me siento bien al tener que rehuirle a mis amistades. No me siento bien sólo atreviéndome a hablarle a la gente cuando estoy borracha, achispada y de buen humor, porque de un momento a otro me disocio cabronsísimo y eso ya lleva un rato asustándome, no me solía pasar.

Ahora no necesito tomar hasta el punto del blackout para olvidar lo que pasó. Cada mañana que despierto con resaca, es como si una niebla mental cubriera todo. Como si en algún punto de mi tomadera, alguien aceptara el control de mí y me manejara. O sea soy yo, pero no soy yo. No me acuerdo por qué dije tal cosa a tal persona, no me acuerdo dónde ni cómo escondí mis pisadas y mis botellas. No me acuerdo en qué momento le mandé ese meme a mi mamá, ni por qué compartí lo que compartí en facebook ni cuándo me tomé esa foto ni porqué la subí. No me acuerdo en qué momento tuiteé toda esa mierda y luego la borré.

Era yo, pero no totalmente.


Es raro. Y espantoso.



Acabo poniéndome en peligro. Hago cosas estúpidas, motivada por ?? no sé, ¿Mi impulso autodestructivo? Desde que tomo con *una frecuencia estúpidamente alarmante*, tengo más moretones y cicatrices que nunca.

Dejo de sentir, eso sí. Ojalá se pudiera dejar de sentir sin tener que estar peda diario. Pero me anestesia el cuerpecito, mi corazoncito y borra mis pensamientos y temores pendejos. 

No creo que valga la pena el precio. 



Siempre he sabido que el alcohol tiene un problema conmigo. Ahora yo estoy empezando a tener un problema con él.


Abriré los fourlokos que tengo guardados en uno de mis cajones y voy a echar esa madre por la coladera. 

A ver si me encuentro otro hobby, de preferencia uno más barato y que no me joda el hígado ni me haga decir pendejadas a la gente por internet.

#pray4charliemarian

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Conocí a alguien

 Conocí a alguien. Es guapo, misterioso y encantador. No congeniamos en muchas opiniones sobre la artisteada(C) pero me parece que nuestras maneras de ver la vida son similares. No sé mucho de él pero él de mí sí, porque mientras yo no prestaba atención a nada más que a mi propia miseria y dolor emocional, él me observaba.

Así empiezan muchas de mis historias más terribles, cosas que desearía nunca haber vivido pero que al final, pues, me tocó sobrevivir. También así empiezan los mejores cuentos que haya escrito o leído.

Conocí a alguien. Un día me escribió de la nada, por mensaje privado, para desearme una pronta recuperación. Yo había estado lidiando con cosas difíciles -mi vida a veces se siente que se compone sólo de cosas difíciles e innecesarias-, pero sin haber interactuado de nada, o muy poco, sintió la necesidad, la confianza de hacerme saber que me echaba porras desde su lugar.

Conocí a alguien. Un día me hizo reír, pero en ese momento no fui consciente de la magnitud con la que necesitaba reírme, con lo que fuera, de lo que sea, para aliviar un poco la angustia que llevaba dentro. Él no se dio cuenta de que lo que decía era chistoso, ni creo que haya tenido la intención de aligerar mi carga pero así fue y mi cerebro lo registró, en alguna parte.



Conocí a alguien. A veces le escribo cuando estoy muy borracha. No sé por qué. ¿Sentiré vergüenza de hacerlo sin esa valentía que provee el alcohol? ¿Si lo hice ebria, es porque lo pensé sobria? Siento mucha más vergüenza y pena al día siguiente que cuando platicamos sobrios. Él dice que no me preocupe, que sigue creyendo que soy cool, que no pasa nada. 

Verán, la situación es que en mi pasado ya he tenido a gente que -cuál haya sido su intención, la manera no fue la correcta a mi parecer-, me han hecho saber lo irritante que eso resulta. Y lo entiendo. Quizás también lo pensaría así y por eso procuro evitarlo. 

¿Sólo puedo procesar mi sensación de solitud cuando estoy borracha y por eso busco apaciguarla de alguna manera?


Conocí a alguien. Es mayor que yo, vive en otra ciudad y creo que nuestros gustos difieren un poco. Siendo yo una ávida lectora y él estando completamente entregado al cine.

Conocí a alguien. Creo que me gusta, pero al mismo tiempo sé poco de él. Ya me pasó esto una vez: Que me enamoré de alguien y mientras más nos acercábamos, más me daba cuenta lo mucho que no conocía a esa persona y lo aterrador que fue todo aquello. Y pagué cara mi calentura. 



Estoy rompiendo mis hábitos, pero es difícil hacerlo cuando no sé cuál es mi acondicionamiento y cuáles son mis partes mías de mí. Quiero decir, pienso mucho que da la impresión de que voy saltando de relación en relación desde que era muy joven. Que necesito estar sola.

Pero oigan, yo toda mi vida ha estado sola. Sin nadie con quién compartir los aspectos que más me gustan de mí, o sin nadie con quién discutir lo que no me gusta, o mis quejas, o mis incongruencias o mis bordes filosos. Sin nadie con quién pasar tiempo, sólo por verlo pasar.

Entonces pienso: no está mal que quiera amor, amor romántico. Es una necesidad humana el sentir amor, creo yo. Y pienso que debería hacer algo, si tan grande es mi deseo, salir al mundo, aceptar las presentaciones que mis amigas puedan planear para mí, darles mi número telefónico a los matches que haga en tinder. Ir al bar de lesbianas y bisexuales de mi ciudad como si esto fuera el 2005. Contestar mensajes, salir, conversar, ser entusiasta, encantadora y, ya saben, sana.

Me doy cuenta que nunca "he ligado" así, fingiendo ser alguien o algo que no soy. Tal vez porque nunca he "ligado" tal cuál. Más bien mi modus operandi es que alguien se me acerca y entonces decido si me gusta o no, y a partir de ahí voy formando mis opiniones y mis decisiones.



Estoy rompiendo mis hábitos. Ya no quiero relacionarme con gente hermosa que me trata horrible sólo porque considero que sus inconsistencias y malicia son divertidas, me entretienen. Ya no quiero tener que darle el beneficio de la duda a alguien que se ha tomado la molestia de mostrarme bandera roja tras bandera roja. Ya no quiero sentirme una princesa de Disney que busca arreglar a la otra persona.

"Sólo contigo soy mejor persona", sí, bueno, no debería ser así, porque yo no estoy calificada para enderezar a la gente. 

Ya no quiero volver a caer en lo mismo, sólo porque me dan risa sus mierdas hipócritas y egocéntricas. No quiero sentirme especial porque esa persona mejoró por amor a mí, o cuál sea la excusa que use.


Pero entonces alguien amable se acerca y muestra interés en mí, y respeta mis límites y sé que puede quererme de una manera sana pero estoy aburrida. Y no debería relacionar el ser pasivo con ser amable y sano pero muchas veces no puedo evitarlo. 


A lo mejor necesito dormir mis nueve horas otra vez. Y debo dejar de tomar tanto, y regresar a terapia y conseguirme un empleo estable y hacerme de más amistades y salir de este bucle de agonía y desesperanza en el que he estado desde el 2018.



Conocí a alguien, o más bien, temo que esa persona me haya conocido a mí.


crecer es perder

 .... si fuera el caso, yo mediría diez metros, ¡No, once! Once y medio. El 2022 verdaderamente se trató de perder, para mí. ¿Quieren un rec...