domingo, 27 de noviembre de 2022

la luz verde

 La sensación de tener una oportunidad frente a ti es extraña. O a mí me lo resulta, hace mucho que no me pasaba, al menos no de forma tan consciente. Es una mezcla rara de miedo, emoción, curiosidad, desesperación, impaciencia, ¿Agonía? Se siente un poquito así.

Agonía porque sé que las oportunidades, cuando abren ventanas, cierran puertas tras de sí. Las oportunidades significan nuevos inicios, por lo tanto, tiene que haber cierres.



He estado teniendo muy malos días. No he dormido un carajo, y cuando sí, tengo pesadillas tan vívidas y angustiantes que el despertar no es suficiente para sacudirme aquella congoja. También, he estado tomando (más), y escribiendo (menos)

Tengo ganas de llorar todo el tiempo, pero no puedo. Siento la tormenta quedarse atorada entre mi pecho y la garganta. Y ya van varias veces que olvido comer.

Sólo puedo atinar a pensar en algo concreto: OTRA PINCHE VEZ CAYENDO EN EL MISMO ESPIRAL DE DESESPERANZA Y DEPRESIÓN >:(

ME TENGO HARTAAAAAAAA



Porque habían sido buenas semanas, el último par. Me empezaba a sentir más...motivada. Equilibrada. Entusiasta.

De mis varios proyectos literarios he cruzado las cien páginas, iba avanzando bien. Y había retomado mi rutina de ejercicio, le había bajado a mi consumo de alcohol, estaba comiendo más y mejor y dormía más o menos bien.

¿Qué pasó, qué me detonó, qué me impidió seguir?

Empecé a hacerme demasiadas preguntas, alertada por la sensación de incertidumbre. Empecé a abrir más los ojos, esperando buscar banderas rojas, señales, patrones que pudieran advertirme que estaba viviendo lo mismo que viví aquel verano-otoño del 2015. Que esto iba a pasar otra vez. 

Porque si pasaba otra vez, habría cosas que quería evitar o hacer diferente. Porque eventualmente sé que va a pasar otra vez y quiero estar alerta, al tiro, preparada. 



Pero la última vez, en el 2015, no fue exactamente así. Mis defensas no estaban tan altas. Me sentía en un momento de vulnerabilidad -igual que el de hoy- pero no estaba a la defensiva. Tampoco esperaba algo.

Ella se acercó con ojos curiosos, luego con indirectas, contactos a la lejanía. Luego con honestidad, con seguridad, con encanto. Con paciencia.

¿Fui paciente entonces?

Recuerdo muy bien que hizo algo que lastimó mis sentimientos. Esa fue la primera bandera roja. Debí hacer caso.

Qué bueno que no lo hice.




Hace rato estaba releyendo mi perfil de la cuenta anónima de twitter que tengo por ahí y uso para desintoxicarme de mi otro TL (veneno + veneno= cura, YO DIGO!!) y me encontré con un tuit de hace unos meses que decía algo así como que la sanación no es lineal, es más bien una espiral ascendente y que continuamente voy a tener que pasar por aquellas curvas que creí ya superadas para reflexionar, reaprender y darme cuenta que he procesado todo ese asunto.

¿Yo? MAREADÍSIMA ALV Y NO DE LA FORMA DIVERTIDA, BÁJENME DE AQUÍ



Al final, en verdad, sólo estoy esperando que la luz verde se ponga para avanzar, para salir de aquí alv. Cuál sea lo que pueda significar. 


viernes, 11 de noviembre de 2022

Las cosas que perdí en el fuego

 *The things we lost in the fire de Bastille suena en el fondo*


Tuve una pesadilla. En ella una de mis amigas, próxima a casarse, en su boda todo transcurre. La pregunta principal es: ¿Qué le voy a dar de regalo?

Luego de casi 10 años, ¿Qué le voy a regalar para su boda?

En mi cabeza sonaba Maroon de Taylor Swift. Mi ropa anticuada y sin combinar. Mis manos vacías. "No tengo trabajo" es mi excusa. Debí darle algo, pienso mientras ella camina por el pasillo, si tuviera todo el dinero o siquiera un poco más de lo usual, estoy segura que podría regalarle algo que mereciera.

¿Para Diian? Le daría cada uno de mis centavos.

No los tengo. No los que necesita.




Despierto, con el golpeteo incómodo de mi corazón en mi pecho, el sabor amargo en mi boca, la niebla en mi mente. La confusión, el dolor. Salgo de mi cama, preguntándome: XQ NO ESTOY HACIENDO TODO LO QUE ELLA MERECE??

Fue un sueño. Las caras de mis compañeras en la prepa se amplian. Eran mis amigas, creo. Eran mis compañeras.

Luego anduve con el casi-novio de una de ellas. Luego les confesé mi orientación sexual. Luego algunas de ellas descubrieron, entendieron, que soy autista. 

Y me aceptaron.



Caminé por tramos, entre centros comerciales y carreteras, para llegar adonde quería. Me sentía perdida. Diian estaba ahí, Dani también, Sara y Ceci también. Ojos oscuros, intenciones sin revelar, lluvia, pavimento mojado, oscuridad, luces públicas defectuosas y pienso: Si así no he de morir, alguien aparecería.

¿Apareció?

Estaba cansada y asustada. Como Alicia, en el cuento. 


Estoy perdida. Cruzo por aquella calle, por el boulevard, por la avenida. Cruzo.

Al otro lado, ¿Hay más?





¿Qué mierda estoy buscando?



Me despierto en mi cama, con el corazón latiéndome en el pecho, agitado, doliéndomelo. Pansexual. Inocente. Confuso. Inseguro.

¿Pero mi religión dijo que...? ¿Pero mi educación preparatoriana dijo que..? ¿Pero mi título cuelga y cuál es su excusa?

¿El capitalismo?

crecer es perder

 .... si fuera el caso, yo mediría diez metros, ¡No, once! Once y medio. El 2022 verdaderamente se trató de perder, para mí. ¿Quieren un rec...