martes, 29 de marzo de 2022

suerte y malas decisiones

 La toma de decisiones son fundamentales en cualquier historia. Los personajes tienen que tomarlas para crecer, para que les conozcamos, y para que la historia avance. Así son los cuentos, las historias, las películas, las series, los cómics, todo. Hasta la vida.

¿Y qué pasa cuando tomaste una decisión, pensando que te haría feliz y no es así? Berga, la culpa que da. ¿Por a quién apuntas con el dedo? Ok, todxs aprendemos de los errores.


¿Y si es un error que "he cometido" unas decenas de veces antes?


No sé si estoy pensando tantiMUCHO EN ESTO. Tal vez no lo estoy externando como quisiera. 

Quizás estoy equivocada.




Ya tenía esta idea antes de que en realidad no eran mis decisiones las que me hacían infeliz, sino más bien el conjunto de todo esto.

No estoy a gusto con cómo estoy ahora y por consiguiente, esto afecta todas mis demás esferas.

Estoy muy incómoda y muy insatisfecha con mis asuntos laborales. Creo que ahora sí debería estarme despidiendo de mi carrera de maestra -por mucho que sí quiera volver-, porque no se logrará, no como necesito, no como quiero, no como puedo, o a secas un "no se puede".

Ok. Hice lo que me tocaba, lo que estaba en mis manos. ¿Pude haberlo hecho mejor? ¿Pude haber escogido diferente, en octubre del año pasado?

Aunque no me arrepiento de eso, me apena un poco. ¿De haber sabido cómo saldrían las cosas, tomaría la misma decisión? No lo sé. No lo quiero pensar. No me gusta pensar que debo tomar decisiones basadas en miedo, porque miren, por miedo me quedé en relaciones de amistad y noviazgo peligrosas y súper dañinas para mí, porque tenía miedo de estar sola. Estudié algo que no tenía contemplado y no tenía nada que ver con lo que realmente deseaba por miedo de nunca poder sobrevivir de ello y de todos modos renuncié al año de laborar :v

Elegir las cosas por miedo nunca me ha dejado bien parada. Por eso evito esa mentalidad tanto como puedo pero por las noches en que me siento en lo más profundo de mi propia decepción, me pregunto cómo serían las cosas si... dejara de ser tan terca, optimista e idealista. 

El mundo no es como yo quiero que sea y mientras me descubro más *diferente* de lo que pensaba, más me hundo en la idea de que pierdo terreno de conquista y este mundo me va a comer viva.



La falta de un trabajo estable y, bueno, ya saben, "digno", (whatever the fuck that means para lxs panistas que aman tener mi nombre en sus amargas bocas),  se añade también la situación del dinero y del tiempo. Supongo que eso es un aspecto más universal, no soy la primera ni la última en quejarme de no tener el dinero que necesito y quiero para hacer las cosas que necesito y quiero.

Continuamente el desaliento que mi familia me metió hasta por la nariz sobre escribir me impide hacerlo con toda la soltura que pudiera tener. 

Empiezo algo, muy animada, (Tuve una buena idea mientras lavaba trastes, ¡Para variar! Es momento de sentarme a escribirla y ver hasta dónde puede llegar porque creo que es algo interesante, algo que yo leería y algo de lo que no sé si alguien más haya escrito pero igual la voz narrativa que le voy a poner va a ser original, eso será lo más genial de todo) y me detengo a la mitad porque esa vocecita en mi cabeza de DEBERÍAS ESTAR HACIENDO ALGO QUE TE GENERE DINERO EN ESTE MOMENTO, AHORITA, NO UNA APUESTA CREATIVA A UN SISTEMA CORRUPTO Y EN EL CUAL NO TIENES MUCHA VENTAJA se vuelve absolutamente abrumadora.

Así que me siento el doble de mal, porque ni termino lo que escribo y pierdo la fe, desanimada ¡POR YO MISMA! La versión traumada de mí. Nunca fui insegura, no cuando recién iniciaba a escribir, pero tampoco es como que tenga mucha razón. Recuerdo que cuando tenía siete años y dije que quería volverme escritora, toda mi familia puso cara de espanto.

Con razón, estaría siempre destinada a una vida llena de excesos -alcoholismo, lo más habitual- y malas relaciones.

Casi veinte años después y pues, sí, algunxs dirían que tomo un *poquito demasiado* y mis relaciones no son las más sanas, por mucho que yo me esfuerce en mejorar ese aspecto.


Esto es una cadena, ¿Lo pueden imaginar? Empecé hablando sobre mi carrera de maestra en coma, pasando por la falta de dinero, mis problemas para escribir y ahora en mis relaciones y el alcoholismo.




Literalmente la relación más estable, que yo siento más concreta, es con el fourloko. Claro, camino al OXXO puedo sentir un poco de temor de no encontrar ni siquiera una triste lata magullada pero cuando está en mis manos, puedo respirar, porque cuento con ese líquido sabor a medicina del simi con alcohol para curación para atontarme las siguientes horas. Atontarme para ser feliz, para estar despreocupada, para estar ambientada, para sentirme a mí y no al mundo, para... Para ser. 

Ahondaría más en mi relación con esa bebida de ingredientes cuestionables pero no lo haré porque seguro terminaría oyéndome como cualquier adicto en su primer día en AA.

Pero es cierto. ¿Está mal? Es terrible, si me lo preguntan, sobre todo cuando la adicción es un problema que corre por mis dos familias pero es cierto. 

Lo que pasa es que siento todo tan frágil. Siento que estoy a un disgusto, -yo de disgustar- de terminar más rota y sola de lo que ya estoy.

Es cuestión de tiempo, me temo, para que me manden al diablo, karli, el mimors, mis amistades, hasta quienes me siguen en twitter o la página de memes. EstOY SEGURA y si no lo hacen ellxs, lo voy a hacer yo.

Porque no me siento cómoda ya. Quiero no sentir esto, pero reprimirlo sólo lo hace más fuerte. 

Siento que no me satisface, desearía que las cosas fueran diferentes. Deseo más, mejor. 

Desearía que el mimors me diera más, desearía que karli me diera más, desearía que mis amigas entendieran el estado en el que estoy, desearía que mis amigOs dejaran de presionarme, desearía tener más amigues, desearía tener amistades que escriban y tener una comunidad de escritorxs y desearía saber que, no importa a quién escoja de mis contactos, esa persona sabrá darme una respuesta que me reconforte.

Desearía que

que fueran más como yo.

Porque yo no soy suficiente para mí, no lo estoy siendo y si hubiera más como yo, quizás

¿Tiene sentido, no?

Quizás con rodeada de otrxs como yo sería suficiente para mí y no la pasaría tan mal, o no me sentiría tan sola, tan incómoda, tan insatisfecha, tan

tan ajena.



Desearía que las cosas fueran diferentes en mi vida, sólo que no sé cómo cambiarlas. No sé por dónde empezar.

Sigo escribiendo y eso es lo único que me tiene contenta y en donde puedo estar cómoda, hasta que, ya saben. Si tengo suerte podré sobreponerme a tiempo.

Espero tener esa suerte.


sábado, 12 de marzo de 2022

una mala amiga

Creo que en este punto es bastante evidente que he estado evitando a mis amistades. Qué ganas de explicarles las razones, de hacerles entender que no son ellxs, que soy yo. Yo estoy rota, descompuesta. Lo he estado desde el 2018, quizás desde antes, desde lo de j*se l*is.

No lo hago por muchas razones: Porque no son temas de los que me sienta preparada para hablar, porque me da vergüenza, porque me siento débil, porque no quiero preocuparles, sobre todo cuando soy consciente de que no pueden hacer NADA por mí, esto lo tengo que arreglar yo sola.

¿De qué sirve, entonces, contarles mis malestares, lo que me despierta a las cuatro de la madrugada, lo que me impide verles, llamarles, escribirles?

Si les escribo, sé que invariablemente van a preguntar por mí y tengo dos opciones: Mentirles o ser honesta.

Si les miento, pfff, ¿Qué clase de amiga soy si les miento? Estoy segura que la mayoría se daría cuenta de eso aunque sea vía whatsapp. Me lo digan o no, eso les entristecería. Mentir no es lo mío.

Si soy honesta, ¿De qué va a servir que se angustien de a gratis cuando no pueden hacer nada por mí?

Entonces, muchas veces prefiero simplemente no escribir, no llamar, no salir.



Pero oigan, tampoco soy un monstruo, si me escriben, escribo de regreso.

Pero no ando por ahí invitando a mis amistades a ir por un café, al cine o algo así.


En primera porque ando bien limitada del dinero y cuando tengo, no voy a mentir, me es más fácil dirigirme a mi vinicola u oxxo preferido por un poquito de atarantador-de-neuronas.
Es más sencillo. El fourloko nunca me juzga.

No es como que tenga miedo de que mis amistades me juzguen, porque si lo hacen lo harán en silencio y en la privacidad de sus pensamientos, pero temo... no lo sé, ¿Su lástima? ¿Sus intentos por ayudarme?
¿Que se sientan mal por mí y al mismo tiempo sean incapaces de hacer algo?
Siento que es una carga inmerecida, no quiero hacerles eso. 


También me resulta un poco incómodo. ¿Qué les voy a decir?

Lol siento que desde el inicio de la pandemia he estado acostada en el suelo frío de mi sala mirando al techo, esperando que caiga un meteorito o un milagro, lo primero que llegue está bien.


Eso me hace una mala amiga. Estoy consciente.
Por miedo a no querer ser percibida, no puedo estar tan al tanto. Las redes sociales son en lo que más puedo apostar y no tengo Instagram, así que es difícil.






Y me pone triste cuando mis amigas se reunen sin mí, o hacen planes sin invitarme. Me pone triste porque sé que si fuera la situación diferente, no pasaría -bueno, al menos eso quiero creer XD-

Siento que es como esa escena de navidad de las Pretty Little Liars donde Alison desde afuera ve a sus amigas con sus parejas celebrar pero ella no entra a la escena porque sabe que #noesbuenaidea

No puedo enojarme ni ponerme triste, porque al fin y al cabo fui yo quién estoy tomando la decisión de abrirme alv.

Eso termina por alejarme más, saber que ya no encajo con mis pocos grupos de amistades.

Pienso continuamente en escribirles a cada una de mis amistades por whats para disculparme, para explicar por qué me he alejado, por qué ahora soy esto y hasta lo he escrito en mi mente pero a la mera hora me detengo, ni siquiera soy capaz de abrir el chat.

Estoy tan cansada. ¿QUÉ LES VOY A DECIR? ¿Que casi todo el tiempo siento que estoy mirando de frente al abismo? ¿Que con los años me he estado rompiendo un poquito y un poquito y un poquito y ahora estoy casi totalmente descompuesta?
¡Me van a mandar de cabeza a la casa de la risa! O peor: ¿Y si le dicen a mi mamá XD?
No gracias.

Mis batallas las batallo yo solita, yo me metí aquí, yo me saco.





¿Y entonces para qué son lxs amigxs, charlie marian? podrán preguntarme y yo me encogería de brazos y diría we may never know

Si supiera que algo pueden hacer por mí, tal vez le daría mil vueltas a las cosas pero terminaría acercándome para pedirles ayuda porque sé que me la darían.

Si tuviera la seguridad de que no se van a espantar, de que no se verán afectadxs por mi estado actual, les contaría.

Lamentablemente sé que no es así y como dije ya, no quiero ser egoísta.

¿Desahogarme? Para eso está mi tuiter candado. O mi diario. O este blog, en el que escribo cada vez más crípticamente -¡muy molesto en mi opinión!-



¿Cuál es mi conclusión?

Que me voy a quedar sin amigxs. Seguramente ya habré perdido algunxs en el camino y ni me he enterado -o sí- 
Temo que un día ellxs se despierten y descubran que no vale la pena conservar mi amistad porque al final ni les escribo ni les cuento qué estoy haciendo ni acepto sus invitaciones a comer ni nada. 
Tendrían todas las razones para hartarse de mí.

Espero que no lo hagan :(


Si eres mi amigx y estás leyendo esto, por favor tenme paciencia y no me odies todavía. Sabes que no siempre fui una mala amiga




crecer es perder

 .... si fuera el caso, yo mediría diez metros, ¡No, once! Once y medio. El 2022 verdaderamente se trató de perder, para mí. ¿Quieren un rec...