Siento que mis quejas (y reflexiones) de hoy van a ser muy frívolas, estúpidas, desubicadas y que cuando regrese aquí en algunas semanas o meses me voy a dar un repelús inefable, pero igual, pude derrotar mi sensación de impostorx y aquí estoy.
Ya me había pasado antes que las redes sociales terminaban abrumándome o que fungían como arma de doble filo. Incluso este blog ha sido arrastrado a esas prácticas tan violentas del *acoso selectivo* y ajá. Fue una de las razones por las que me deshice de Instagram, mi Ask.fm, mi primer facebook, etc, etc. Compartir mi vida estaba bien cuando lo hacía bajo mis propios términos, como este blog. Lo que dejó de estar bien es cuando gente a quién ya habíA BLOQUEADO POR EL MIEDO QUE ME PRODUCÍAN seguían su stalkeo a través de cuentas inventadas -y oigan, yo no sospechaba nada porque soy #autista y a mí esas cosas nunca me cruzan por la cabeza ok???-
Por aquellos años (2017-2029) mi salud mental se deterioró mucho. Like MUCHO. Y es cierto que tengo unas lagunas mentales en esos años -por borracheras y episodios traumáticos de abuso emocional y agresiones sexuales but whatever ese es otro tema-
No sé en qué momento se me ocurrió que podía manejar una cuenta de memes. O peor aún: De hacerla crecer y manejar la misma cuenta en diferentes redes sociales, como si no supiera lo que el consumo frecuente de las mismas significa para mí, lol.
Pero lo hice y poco más de dos años después, estoy sintiendo esa misma fractura en mi mente (por decirlo de alguna manera)
La cosa es que me gusta mucho hacer memes y contenido para compartir. Me gusta responder comentarios, me gusta interactuar con gente que no conozco una vez, me gusta cuando me hacen saber que les hago sentir menos solxs.
Siendo solitaria como siempre lo he sido desde que nací, y viendo cómo todas mis diferencias -mi orientación, mi autismo, mi dislexia, el color de mi piel, la forma de mi cabello, mi forma física, mis pensamientos, mi introversión, etc, etc etc- me alienaban de lxs de demás, estoy obsesionada con la idea de no hacer sentir a alguien como alguna vez yo me sentí.
El problema viene cuando se me seca el cerebro y ya no sé qué más compartir o de dónde sacar ideas. A veces estoy más preocupada por otras cosas de mi vida personal.
El problema viene cuando se me pide y se me pide más y más y yo me quedo con el burn out, desgastada. El problema viene cuando llega el acoso, de varias o varias decenas de personas.
El problema viene cuando tengo que deshumanizarme un poco a mí misma para seguir entreteniendo gente que, ok, mE GUSTA HACERLO pero a veces me da la impresión de que hay quiénes piensan que me pagAn y no que lo hago por mero gusto.
O que me ayudan, y no que sólo soy una persona tras la pantalla haciendo memes, videos, dinámicas, contestando mensajes privados, respondiendo comentarios, dudas, interviniendo en peleas, bloqueando a bullys.
Además de eso tengo que estar al pendiente de también lo que público: ¿Está bien hablar de X tema en una página con miles de seguidores de los cuáles no sé cuántos menores de edad haya?
¿Está bien hacer un meme de X comunidad para incluirles y visibilizarles? ¿Se ofenderán?
Tengo la política de que si tengo que explicar que Y meme es, entonces no es un buen meme, y eso me ha hecho desechar el 30% de mi contenido antes de publicarlo o ya publicado porque lo pensé mejor o alguien me hizo la pregunta o algo así.
No sólo involucra trabajo creativo, también intelectual. Estoy expuesta a la opinión pública, a las críticas y a los halagos. En una página de más de siete mil personas, siempre habrá alguien que no esté conforme.
O que tenga ganas de cuestionarme absolutamente cada coma, cada escena, cada remate de chiste o cada comentario que acompaña el contenido.
Siento que parezco muy malagradecida cuando pienso en estas cosas pero es cierto. Llega un momento en que estoy cansada. He ido bajando mi ritmo de publicación y por ejemplo, los sábados y domingos no suelo publicar nada o no mucho. A veces en días de semana tampoco.
A veces publico ebria y no recuerdo en qué momento publiqué x cosa o en qué momento hice y meme.
Mi única intención era crear un espacio seguro y dar poquita visibilidad a la gente que es como yo. No soy alguien de ser figura pública. No tengo interés en hacerme un nombre en el mundo activista, ni siquiera en el virtual. No busco fama ni poder. Sólo quería hacer memes y construir puentes con otras personas. Un lugar seguro, ya saben.
Y nunca imaginé que llegaría tanta gente a creer en mi contenido y que se alegrara de verlo y eso me emociona mucho.
Pero ya saben, creo que es parte de la humanidad, que cuando a una le dicen que está haciendo algo bien, siente esa presión de no decepcionar o de mejorar.
Procuro ser muy cuidadosa con todo lo que hago, porque criada en un contexto y con educación opresora y violenta, no estoy exenta de replicar comportamientos abusivos y culeros.
Pero estoy cansada.
No suelo hablar de esto con nadie. La primera opción que alguien me va a dar es dejarlo.
"Déjalo, ni te pagan y sólo terminas abrumada"
Suena lo más lógico.
Creo, sin embargo, que existe una manera de poder llevar las páginas y conservar mi ya de por sí escasa salud mental. Que yo tras la pantalla sea tan eficiente y tan contenta como la que el mundo lee.
Aunque no es gran cosa, de verdad me esfuerzo y le pongo mucho amor a lo que hago. A cada meme, a cada imagen de apoyo emocional, a cada video, a cada interacción. De verdad creo en lo que comparto. De verdad me esfuerzo, mucho, a veces más allá de mis límites.
A veces también sólo quiero borrar todo y luego hacer la ciber-morición lol